Tener 17 años y ser como soy es producto de la suma, multiplicación o lo que sea de distintos factores que me han ido influenciando a lo largo de mi vida. Uno de estos factores es el cine.
Primera entrega del repaso a las películas de mi vida:
La bella y la bestia.
Cuando era pequeñito me gustaban las pelis de Disney. A partir del Jorobado de Notre Dame la calidad o mi interés por estos dibujos empezó a caer. Pero mucho antes de que esto ocurriese a mí me gustaban sus pelis. Alicia en el País de las Maravillas, Aladdin...
Estamos hablando de hace la tira de años, 10 o más. La bella y la bestia me gustaba mucho, y me la podía ver varias veces seguidas sin ningún problema. Me gustaba sobre todo la movida de los objetos animados, con preferencia hacia el reloj, Ding Dong.
El mensaje de la peli era muy bonito, no sé qué de la belleza interior, pero lo que molaba era el asalto de los pueblerinos al palacio de Bestia, para se pateados en el culo por los objetos. Supongo que ya empezaba mi interés por la fantasía, que se asentaría en mi con Alicia en el País de las Maravillas, una película que puedes ver ahora y todavía le sacas lecturas que de pequeño ni te habías olido.
Además, la bella y la bestia es una película buena, en el sentido de que para el año de su estreno, el 91, usar ordenador para retocar las imágenes no era lo habitual. Hasta parece que es una película de verdad cuando en escenas como la del baile hay giros de cámara espectaculares.
Incluso llegué a representar en una obra de teatro a Ding Dong hace por lo menos 6 años
Jurassic Park.Con esta película descubrí qué es el miedo.
Evidentemente no la vi el año de su estreno. Creo que la primera vez que la vi fue en casa de un amigo ya desaparecido de mi vida. Hasta ese día yo solo había oído que era una peli no apta para menores y tal, que era muy fuerte, y tenía alguna información que se había filtrado en el cole. Había visto algunas imágenes por ahí, en anuncios o cualquier cosa, y tenía muchas ganas de verlo. Morbo, debía de ser.
Cuando la vi me impactó mucho. En los dos primeros minutos ya se cepillan a un hombrecillo con familia e hijos, y la calma de la siguiente hora de película solo te prepara para lo que queda: un bicho muy gordo, otros dos un poco más pequeños y alguno que otro más corriendo por la isla tras los indefensos humanos, que van cayendo como moscas.
La escena donde se meriendan a Donald, el pollo que se va a jiñar cuando el T-rex anda por allí, los angustiosos minutos en la cocina con los niños y los velocirraptores, o la del gordo cabrón devorado por el bicho que escupía me marcaron.
A esto añádele que eran los mejores efectos especiales hechos hasta la época. Ahora los ves y dices, joder, qué puta mierda de robots, con lo bien que quedan los bichos generados por ordenador. Pero hace 10 años eso era el no va más. Y la BSO. Qué BSO! Y los actores, cómo mola Jeff Goldblum, por Diox.
El libro no está mal, es más crudo y tal, pero después de ver la peli...
Indiana Jones.
Esta ya me pilló algo más mayor, tal vez con 10-12 años.
Qué puedo decir? Desde el primer momento me quedé flipando. Esa música, esa ambientación, ese tío molón que todos queremos ser, ese sabor a aventura... todo, todo. Una de las mejores películas de todos los tiempos (hablo de En busca del arca perdida), y una de las mejores trilogías de todos los tiempos.
Yo, como más de uno, también quise ser en mi época arqueólogo. Arqueólogo como Indy, claro, no como los de verdad, que eso es un jodío coñazo. Lo que mola es correr delante de pedruscos enormes, sortear trampas, ligar con mujeres fatales y vivir para contarlo.
*ais...*
Hay más películas que me han influenciado mucho, pero las dejamos para una futura entrega.
