Tras dos caídas de la conexión con la consiguiente pérdida de tooodo lo que había escrito, retomo mi blog con retraso. Nada, que no puedo estar tanto tiempo sin escribir. He vuelto. Os jodeis.
Y para que mi vuelta sea aún más terrible, queridos amigos, os toca sufrir... MIS VACACIONES! (chan chan!). En esta historia descubrireis que el germen del frikismo puede llegar a donde menos te lo esperas, la verdad sobre las chicas centroeuropeas y que irse de vacaciones con los padres NO es bueno. Estais preparados?
Me molo mazo Iniciamos este inquietante relato en mitad de la noche. A eso de las tres de la mañana, más o menos. Porque resulta que el vuelo de ida a Budapest salía a las 6:00 de la jodida mañana. Es decir, que me tuve que levantar a las tres y poco para salir zumbando y llegar allí pasadas las cuatro.
Factura, súbete al avión y pégate tres horas de viaje para llegar allí algo más tarde de las nueve. Te bajas del avión y a los cabrones de la compañía con la que haces el viaje no se les ocurre otra cosa que hacer una "visita panorámica por Budapest". Esto es: te montan en un autobús y te recorren la ciudad para arriba y para abajo contándote vida y milagros de la misma. Y esto tras haber dormido 4 horas mal contadas y haberte pegado el viaje de la leche, con lo cual yo me quedé sobado con la cara pegada a la ventanilla y no me enteré ni del NODO.
Al rato nos bajaron en el Bastión de los Pescadores, un sitio muy potito pero que, como ya digo, en el avanzado estado de zombificación en el que me encontraba no podía disfrutar mucho de las vistas. Y esa solo fue la primera gilipollez de los de la agencia de viajes, pero como íbamos más por nuestra cuenta tampoco les voy a poner a parir...
Allí disfrutamos de la ciudad y descubrimos lo jodidamente mala que es el agua por la zona, que propina hay que dejar siempre si no quieres que te miren mal y que por allá todas las tías están buenas. Este punto lo dejo para más adelante, porque tiene su miga.
Parlamento de Budapest En Budapest estuvimos 3 días, y aunque el hotel estaba un poco lejos no se dio nada mal (si no contamos el día de la mortal llegada) Eso sí, para aprovechar los días mi querido papá decidió que levantarse más tarde de las 7:30 era hacer el vago. Ya os imaginais el resto.
En este punto quiero decir que antes de volver a irme de vacaciones con mis padres me lo pensaré muy mucho. Yo pensaba que la gente se quejaba de sus padres porque eran unos lloricas o porque habían tenido mala suerte. Mentira. Es porque pasan demasiado tiempo con ellos. Si te levantas, vas de paseo, comes, vuelves a salir y cenas con ellos acabas hartito. Nunca mais.
Retomando el viaje, tras visitar Hungría nos pegamos un día entero de autobuses. Primero fuimos a Bratislava, capital de Eslovaquia. Un sitio enano pero con mucho encanto. Tiene un castillo y todo, pero como solo estuvimos un día solo nos dio tiempo a pasear un poco por la ciudad y conocer un poquito de su historia.
Bratislava Y esa misma tarde cruzamos la frontera para llegar a la República Checa. Primero paramos en Brno. Pronúnciese como se lee. Allí encontre libros de Tolkien y Pratchett en checo. Comimos y tal y otra vez al autobús para Praga. Cuando llegamos, reventados, no se nos ocurre otra cosa que "dar un paseo" del hotel al centro de la ciudad. Media horita de ida y otra media de vuelta andando rápido después de la semanita que estábamos teniendo destroza hasta a Rambo.
Praga Yo creo que Praga me gustó más que Budapest. Tiene un algo que me encanta, no sé sería la arquitectura, esas casitas y ese suelo empedrado, esas callecitas estrechas tan bonitas o qué. Sería el sitio perfecto para vivir si olvidásemos un detalle: LOS PUTOS TURISTAS. El 90% de la gente que vi allí era turista. Ibas por la calle y oías más inglés, español e italiano que checo o húngaro. Horrible. Dábamos asco. Aunque tenía sus ventajas como veremos ahora.
Por cierto, el frikismo llega hasta allí. No sé cómo llegué a dudarlo pero en Praga me quedó claro que están por todas partes. Con las siguientes fotos demuestro que Dune no es la única que tiene radar friki:
No se ve un cagao pero teneis que confiar en mí. Y si no os vais a Praga a confirmarlo.
Ahora llega la parte pervertida. Comos sabeis estoy en la edad de las perversiones (entre los 14 y los 99 años), igual que todos los que me leen, aunque digais que no, así que no voy a defraudaros.
Para empezar tengo que decir, como dije por ahí arriba, que me sorprendió una cosa: todas las centroeuropeas están cañón. Rubias, ojos claros, piernas largas, guapas y macizas. Ya sabeis que a mí me van otro tipo de tías (como
esta o
esta o
esta) pero (con perdón) jooooder! Me quedó muy claro que la Kournikova y la Sharapova son las hermanas feas de las camareras y azafatas de la zona. Y no es broma. Para rematar, con la cantidad de japonesas que había por allí, más alguna que otra italiana, alemana o española, me alegré las vacaciones como no os podeis imaginar.
El día seis volví a casa. Destrozado completamente, pero feliz. Si teneis oportunidad no dudeis en acercaros a Hungría y la República Checa. No os arrepentireis lo más mínimo. Es un consejo de lCF S.L.
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Próximamente en Las Crónicas Frikis: Amelie y Parecidos Razonables. No cambien de canal.